Y ADA COLAU QUEJÁNDOSE: Los cruceros que atracan en Barcelona generan 2,2 millones diarios.
Es evidente que cuando es sólo una escala de unas horas los turistas se limitan a ver cuatro cosas a toda prisa, haciendo más bulto que otra cosa, pero cada vez más cruceros tienen origen y destino en la ciudad. En ese caso, los cruceristas —sobre todo los norteamericanos— suelen llegar algún día antes para aclimatarse al horario, conocer la ciudad más a fondo. Visitan museos, comen en restaurantes y duermen en hoteles. Es este tipo de cruceros al que hay que cuidar.
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