lunes, enero 31, 2005

OTRO DETALLE CURIOSO de las elecciones de Iraq, ayer. Uno de los riesgos que más temían las autoridades era que, al estar prohibida la circulación de vehículos para evitar la posibilidad de que fueran utilizados como coches bomba, era que los terroristas eligieran el método suicida dentro de los colegios electorales. Como de hecho así ocurrió, incluido un joven con síndrome de Down que fue "detonado" con un mando a distancia (¡que valientes los chavalotes de la resistencia!), o el caso que os comentaba en un post anterior, que no sirvió para impedir el sufragio.

Naturalmente, en ese caso la principal tarea de seguridad consistía en cachear concienzudamente a los votantes antes de entrar en el colegio electoral, para evitar que llevaran explosivos ocultos entre sus ropas. El problema era con las mujeres, que además votaron en mayor proporción que los hombres: no había suficiente personal de seguridad femenino, y era absolutamente impensable que una votante fuera registrada por alguien del sexo contrario.

¿Qué hacer? Pues algo muy ingenioso y que demuestra hasta que punto los propios iraquíes estaban comprometidos, todos y cada uno de ellos, con el éxito de los comicios:
Every soldier on election duty heard intelligence warnings that insurgents would try to slip bomb-laden suicide vests into polling places beneath the long gowns of an Iraqi woman or of a man in woman's clothing. That presented a particular difficulty in a society where it is not acceptable for a man to search a woman, and there were hardly enough women in the Iraqi Interior Ministry to spend a day at every polling site conducting body searches.

But American officers devised a solution. They agreed on a plan with Iraqi security forces, who were the visible presence inside each polling place, that one of the first women to arrive at larger polling places would be searched, and that woman would in turn be asked to search 10 others. One of those 10 would then search 10 others before voting, and so on in a daisy chain.

Yo es que me seguiría quitando el sombrero, si llevara.