martes, marzo 28, 2006

"EL GOBIERNO IRAQUÍ ACUSA A EE. UU. de provocar una matanza en una mezquita chií", aúlla esta vez no Telecinco, sino Eusebio Val en La Vanguardia. Por supuesto, la información está sacada de madre y, sobre todo, el titular exagera lo que se explica a continuación en el propio cuerpo de la noticia. En cualquier caso no estamos ante lo que le gustaría a Eusebi Val, un enfrentamiento entre los dos gobiernos ("caos sangriento en el que la línea divisoria entre aliados y enemigos se difumina"), sino únicamente ante dos ministros que, sólo en base a lo que cuentan algunos testigos que, como luego veremos, podrían no ser precisamente objetivos, acusan a fuerzas conjuntas de EEUU e Iraq. Es decir, esos dos ministros estarían también acusando a sus compañeros de gabinete, entre ellos el ministro de defensa [¿así que se tiran los trastos entre ellos, acusándose de lo que, de ser cierto, sería un delito? Hmmm, casi parece que estemos hablando de algo mucho más cercano...].

La narrativa de Eusebio Val presenta el incidente como el de una mezquita en la que los fieles están rezando pacíficamente y son sorprendidos por tropas asesinas sedientas de sangre. Pero lo cierto es que se trataba de un punto de reunión de las violentas milicias paramilitares del cleriguito borderline, aliado de los dos ministros denunciantes. Y de pacíficos feligreses nada: sólo había que ver las imágenes televisivas en las que se podía aprecíar vehículos destrozados por lanzagranadas enfrente de la mezquita, es decir, que demostraban que se había por lo menos respondido con fuego desde dentro de la mezquita antes de que las fuerzas que llevaron acabo la redada entrasen en el recinto. Es decir, todo tiene pinta de ser una redada contra un grupo de facinerosos asesinos que eligen una mezquita para reunirse sabiendo que allí la policía y el ejército se lo pensarán dos veces antes de buscarlos allí; cuando eso ocurre, responden con fuego pero como claramente la potencia asaltante es mayor, los milicianos caen como moscas. Un episodio, seguido de unas denuncias políticas que tienen más de manifestación de lucha de poder entre diferentes corrientes del gobierno iraquí que de otra cosa, pero que la prensa está convirtiendo en una especie de incidente diplomático que hará descarrilar de una vez esa gigantesca patraña que supuso invadir un país soberano, o algo por el estilo.

Por si os queda alguna duda, estos son los instrumentos litúrgicos de los pacíficos feligreses: