FASCINANTE: Amy Alkon vió como alguien intentaba aprovecharse de la necesidad de un artista gráfico sin techo en un Starbucks en Santa Mónica. Tras sus más y sus menos con el listillo, volvió al día siguiente para encontrarse con el artista; a continuación escribe sobre ello en su blog y la reacción es inmediata: en un abrir y cerrar de ojos le han montado una página web para vender sus obras, le han encontrado un agente, y le han empezado a llegar los primeros pedidos. No os lo perdáis, incluida una breve historia de ficción que ha escrito uno de los comentaristas.
<< Home