MÁS SOBRE COUSO: en realidad, un poco más de contexto. Un amigo, Jules Crittenden, es un periodista del Boston Herald y blogger que estaba incrustado en la unidad que disparó al Hotel Palestina el día en que el ejército de la coalicion entró en Bagdad. Es decir, el día en que ocurrió todo. Hoy estábamos conversando sobre el tema y me ha enviado esto por email, que he traducido y publico, naturalmente, con su permiso y sin comentario adicional:
La unidad en la que me encontraba incrustado fue la que disparó contra el Hotel Palestine. He escrito sobre ello en varias ocasiones, contestando el informe espurio del Comité de Protección de Periodistas y de Reporteros Sin Fronteras. En este enlace en Mudville Gazette están todos los detalles.No fue una decepción para muchos españoles, desgraciadamente. Es lo que tiene el haber estado sometidos a un tratamiento intensivo de propaganda noalaguerraquesmúperra durante meses, por entonces.
El sargento Gibson, comandante del tanque que disparó, es un buen hombre de buenas intenciones. Observé en varias ocasiones cómo el capitán Phillip Wolford ordenó a sus hombres no disparar durante el combate para evitar hacer daño a civiles. Siento un gran respeto por esos hombres, y fue un honor y un privilegio para mí estar con ellos. El hecho de que los medios de comunicación y los tribunales españoles hayan presentado esto como un crimen de guerra es una triste parodia.
En el trancurso de una semana, y en relativa proximidad a mi propia posición*, murieron cinco periodistas: tres como resultado de fuego iraquí, y dos como resultado de fuego estadounidense. Michael Kelly era conocido mío, incrustado en la misma unidad, y murió ahogado cuando su vehículo volcó al ser atacado el Humvee en el que iba.
Christian Liebig y Julio Anguita Parrado decidieron no ir al asalto de Bagdad el 7 de abril, porque creyeron que era demasiado peligroso. Yo tenía un compromiso conmigo mismo de ir hasta el final con los soldados con los que estaba, y además no me lo habría querido perder, aunque todos éramos conscientes de que podríamos morir en Bagdad. Pero Liebig y Anguita murieron, junto a tres soldados, cuando los iraquíes atacaron la retaguardia.
Taras Protsyuk y José Couso murieron en un trágico accidente. El Hotel Palestine era un edificio alto más en medio de una verdadera nube de polvo. Habíamos estado recibiendo fuego procedente de edificios como aquél durante toda la mañana. Los tanquistas habían estado en combate de diferente intensidad durante las 30 horas anteriores. Los soldados estaban controlando las transmisiones de un puesto de observación iraquí, y todos los que estábamos en las ventanillas de los tanques estábamos intentando encontrarlo, incluido yo mismo. Cuando Gibson vio a alguien con binoculares que nos estaba observando desde un edificio alto mientras hablaba por teléfono, creyó que había encontrado el objetivo.
Todos hicimos nuestra elección cuando decidimos ir a Iraq, y todos sabíamos cuál podía ser el precio que podíamos pagar por esa misión.
* Una nota aclaratoria: por "relativa proximidad" quiero decir 10 millas en el caso de Kelly, Leibig y Anguita, aunque estábamos incrustados en la misma unidad. En el caso de Protsuyk y Couso, estaba a 100 metros del puente cuando Gibson disparó, en una posición en la que estaba recibiendo el mismo fuego enemigo, pero desde la que yo personalmente no podía ver el Hotel Palestine. Estaba oyendo los mismos informes por la radio sobre la búsqueda del puesto de observación iraquí, y también estaba ocupado en ir controlando los edificios cercanos. Estabamos recibiendo fuego de mortero, granadas y de armas de fuego, pero estábamos preocupados por la posibilidad de un ataque masivo de artillería.
Para acabar, siempre agradací la participación de las tropas españolas, y fue una decepción inmensa para mi, igual que sé que lo fue para muchos españoles, que el gobierno socialista decidiera abandonar al pueblo iraquí de forma tan cobarde.
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