LOS GLORIOSOS RESISTENTES que combaten la invasión de las cuatro íes están recurriendo a una nueva táctica que sin duda complacerá a muchos por su efectividad: poner niños en el asiento de detrás de un coche bomba para que parezca un vehículo inocente y así pasar sin problemas por los controles de seguridad. Una vez conseguido esto, salen del coche y lo hacen estallar.
Con los niños todavía dentro.
Con los niños todavía dentro.
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