SCOOTER LIBBY ha sido finalmente condenado por perjurio y obstrucción a la justicia. Al parecer, el jurado ha interpretado así las discrepancias entre su testimonio y el de los testigos. Aquí tenéis el enlace a los posts sobre el tema que he ido escribiendo estos últimos meses.
Dejando de lado lo difícil de valorar los términos cuando una situación consiste en la palabra de uno contra la de otro, es importante resaltar que el juicio no versaba sobre la filtración en sí misma de que Valerie Plame trabajaba en la CIA -dado que ya se sabe que no fue él sino Richard Armitage- sino sólo sobre algo que en EEUU se toman muy en serio: el testimonio bajo juramento. Aquí no: si aquí pasase lo mismo, media comisíón del 11-M estaría en el trullo.
El juicio tampoco trataba, a pesar de lo que presumiblemente dirán los medios de aquí mañana (me jugaría un ojo), sobre la típica acusación de que el gobierno Bush manipuló los datos de Iraq, sobre que puso en peligro a Valerie Plame al "destaparla" (lo que no es cierto, porque ya no era una agente encubierta), ni sobre si Bush y sus muchachos se lanzaron a perseguir a los que denunciaban sus tejemanejes, bla bla bla. Se trataba de un tema auxiliar, no el fondo del asunto, que si habéis seguido este blog ya sabéis que está claro desde hace tiempo.
<< Home