lunes, abril 23, 2007

EL PRESUNTO ESCÁNDALO del sueldo de la novia de Wolfowitz es menos que presunto: es inexistente. Como recuerda el editorial del Washington Post - poco sospechoso de simpatías hacia Bush y sus hombres-, fue el consejo de gobierno del Banco Mundial el que propuso el traslado y el ascenso de Shaha Riza cuando Wolfowitz, nada más acceder al cargo, declaró el conflicto de intereses y propuso inhibirse de cualquier decisión que la afectara. Es más, en dos ocasiones el propio consejo de gobierno alabó la disposición del presidente en ese asunto. La manipulación de este pseudo-escándalo está saliendo a la luz gracias a los documentos internos que se están haciendo públicos (más aquí, aquí , aquí y aquí).



Está claro que a Wolfowitz mucha gente se la tiene jurada. Unos por ser uno de los supuestos "arquitectos" de la guerra de Iraq, otros -desde dentro- porque se resisten de uñas y dientes a la "limpieza" que éste está haciendo de inveteradas prácticas cuando menos cuestionables de la institución, y muchos simplemente porque no hay nada que les "ponga" más que poner el dedo en el ojo a cualquier cosa que suene a . El tiempo, como siempre, acabará poniendo a cada cual en su sitio.