POR SUPUESTO, el corresponsal de La Vanguardia en el Líbano, Tomás Alcoverro, mantiene su tono elegíaco habitual hacia cualquier cosa que huela a anti-occidental, pro-islámico, al narrar lo que está ocurriendo en el Líbano:
El grupo palestino Al Fatah al Islam, vinculado a Al Qaeda, resistió ayer por segundo día el asedio del ejército libanés al campo de refugiados de Nahr al Bared, en Trípoli, cuyos habitantes se han quedado sin agua ni luz.Aquí casi se puede oir un "¡yupi!"
Fue patético que el ejército libanés perdiese el domingo 23 de sus soldados en los combates con los milicianos radicales suníes de Fatah el Islam de Nahr al Bared y de Trípoli. No estaban ni preparados ni suficientemente armados. De hecho, fueron sorprendidos por la eficacia y la potencia de los hombres de esta organización vinculada a Al Qaeda.Y eso por no hablar del titular de portada: "Al Qaeda planta cara al ejército libanés con otro día de terror." Sí, sí; están hechos todos un peazo de héroes.
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