SEGÚN THE GUARDIAN, el Reino Unido se negó en 1998 a pasar información a los EEUU que hubiera permitido capturar a bin Laden. El motivo es que la CIA no aseguraba que no iba a ser torturado. Según el periódico británico, eso demuestra la dureza de la administración Bush, que prefería dejar escapar a bin Laden antes que garantizar que lo iba a tratar de forma digna. Qué brutos, ¿eh?
Lástima que Bush no fuera elegido presidente hasta dos años más tarde. Por entonces, el inquilino de la Casa Blanca era el héroe de la biempensantía mundial, ese espejo ante el que Bush aparece más feo que en el callejón del Gato. Es decir, Bill Clinton.
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