miércoles, enero 09, 2008

CON LA AVALANCHA post-New Hampshire no tengo tiempo de contestar muy en detalle algunos comentarios que he visto por ahí, o que he recibido por email, sobre el post de ayer.

Ron Paul dice que no escribió esas newsletters, que las escribía para él un negro (aunque como decía, hay dudas). Bien. Para él la perra gorda. Ahora imaginad que yo, como tengo mucho trabajo, le pido a alguien que escriba los post que firmaré yo en Barcepundit, que es una publicación que todo el mundo asocia claramente conmigo. E imaginad que esos posts destilan odio racial, homófobo, que elogian al KKK, etc. Durante años. ¿Alguien cree que me iría de rositas si alego más que no los he escrito yo, sino una tercera persona?

Vale, Ron Paul está muy ocupado para escribir pero, ¿de verdad está tan ocupado como para ni siquiera leer lo que publicaba durante años una newsletter que llevaba su nombre y en la que él era la única firma, es decir, a la que asociaba su propia reputación? Si es así, el hombre no es digno de dirigir ni un puesto de palomitas, mucho menos de ocupar un escaño en el Congreso. No digamos de optar a la Casa Blanca.

ACTUALIZACIÓN. Amén, Daniel.