lunes, abril 20, 2009

CREO QUE ESTO DEJA MERIDIANAMENTE CLARO -por si alguien todavía dudaba- que la masiva inyección de dinero público en bancos y empresas estadounidenses es un rescate financiero sólo en apariencia. En realidad es un plan intervencionista para controlar todos los mecanismos de la economía del país, controlando el sector privado: el gobierno Obama tiene intención de impedir que los receptores de ese dinero lo devuelvan. Claro, se le acabaría el chollo de poderles decir qué tienen que hacer y qué no, a qué CEO tienen que despedir, etc.