MENUDOS TÍOS, los de Obama. Ni siquiera ellos tragan. No os perdáis especialmente lo que dice el tío Charlie, de quien Obama dijo cuando le convenía que había participado en la liberación de Auschwitz. No sólo se equivocó --fué Buchenwald-- sino que, según aquél, lo sacó a relucir por puro interés: el presidente jamás había querido hablar del tema con él.
Por lo menos, al estar vivo, Obama no lleva su testamento político en la cartera y lo cita siempre que puede como inspirador de su cosmovisión, como otro que yo me sé.
Por lo menos, al estar vivo, Obama no lleva su testamento político en la cartera y lo cita siempre que puede como inspirador de su cosmovisión, como otro que yo me sé.
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