BUSH DIJO: "Los demócratas quieren ganar las elecciones a costa de destruir los Estados Unidos". Todo el mundo, y con razón, se le tiró encima. "Fascista, no tolera la discrepancia, dictador, cómo se nota que es un alcohólico" y otras lindezas. Y con razón: una afirmación así es impropia de un país democrático.
Ay, no, que no fue Bush. Ha sido Manuel Cháves, el vicepresidente del Gobierno español, hablando del PP. A veces no sé dónde tengo la cabeza.
Eso sí, espero sentado a que lo critiquen por ello.
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