"HAY DECENAS de blogs alineados en la izquierda política, y sólo doce -salvo que se ma haya pasado alguno- se han mostrado consternados con esta nueva tropelía de la despreciable dictadura caribeña", escribe consternado Ricardo Royo-Villanova a propósito de la muerte de Orlando Zapata. Y como sabéis, no es precisamente un fachorro despendolao, sino que se define a sí mismo como comunista.

Lo leo a través de Albert Esplugas, que a su vez hace una atinada observación: "Cuando es para criticar a Israel o a Estados Unidos, citan a Amnistía Internacional o a Human Rights Watch. Pero resulta que estas mismas fuentes (2) no valen para determinar si Zapata era o no un preso de conciencia. O son un referente fiable para todos los países en cuanto a violación de derechos humanos (que no de derechos sociales), o no lo son para ninguno."