CARLOS CARNICERO:
Hoy día pretender ser progresista y de izquierdas y no considerar que Garzón es un hombre providencial perseguido por su trayectoria es casi imposible. Los ataques que se reciben negando esa posición son terribles. Forman parte de la servidumbre del compromiso intelectual. Y hoy por hoy, la posición consecuente desde la izquierda democrática, para mi, es confiar en las instituciones y dejar que el Tribunal Supremo haga su trabajo como si se tratara de cualquier otro sumario. Porque además, si fueran un nido de franquistas, la víctima no sería Garzón, sino todo aquel que se hubiera posicionado contra el franquismo. Y da la casualidad de que hasta hoy no se había invocado ese peligro en ningún otro proceso durante treinta años.
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