QUÉ POCO dura la alegría en casa del pobre: Ayer, histeria alcista que hará pasar a muchas primeras planas de la prensa de hoy a la antología del disparate teniendo en cuenta como están cayendo de nuevo las bolsas europeas esta mañana, como habían caído en Asia esta madrugada. Y esperad a que abra Wall Street. Como veíamos, el pánico comprador de ayer (no sólo hay pánico cuando todo el mundo intenta vender) se produjo, principalmente, por el ansia de los bajistas por cerrar sus posiciones antes de que fuera demasiado tarde. Y también por muchos que temían perderse la fiesta. Además, muchos short sellers, al ver el ritmo al que iban las cosas, no compraron sólo lo necesario para cubrir sus posiciones sino más, para aprovechar el subidón, con lo cual "empujaban" aún más el precio hacia arriba en una especie de espiral autoalimentada. Pero naturalmente iban a vender lo antes posible, es decir hoy.
Y encima, el spread entre el bono español y el alemán vuelve a ampliarse tras el espejismo de ayer. Que en realidad tampoco era tal espejismo: se produjo tras compras ingentes de deuda por parte de bancos centrales de los países y también del Banco Central Europeo (por cierto, contraviniendo las normas europeas que se lo impiden). Fue una recuperación fantástica. Es como si yo tengo una tienda que vende poco, me compro a mí mismo el género, y salgo a la calle gritando a los cuatro vientos que el negocio me funciona maravillosamente.
Y encima, el spread entre el bono español y el alemán vuelve a ampliarse tras el espejismo de ayer. Que en realidad tampoco era tal espejismo: se produjo tras compras ingentes de deuda por parte de bancos centrales de los países y también del Banco Central Europeo (por cierto, contraviniendo las normas europeas que se lo impiden). Fue una recuperación fantástica. Es como si yo tengo una tienda que vende poco, me compro a mí mismo el género, y salgo a la calle gritando a los cuatro vientos que el negocio me funciona maravillosamente.
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