LA PESADILLA de que te secuestren el blog. Tened cuidado ahí fuera y no cliquéis enlaces salvo que estéis 100% seguros, aunque venga en un email de aparente confianza. Si tenéis que acceder al área de configuración de una web en la que estéis registrados, hacedlo siempre tecleando manualmente la URL en cuestión en el navegador: si recibís una alerta de seguridad de posible hacking que obliga a una empresa a pedir a todos sus usuarios que verifiquen la contraseña (que es la típica trampa), seguro que habrá un aviso en su página web, bien visible. Como raramente lo hay, eso ya da una pista. Pero jamás (repetid conmigo: jamás) entréis vuestros datos de
usuario y contraseña a algo que os venga por correo electrónico.