EL REVERENDO DE FLORIDA que quiere quemar Coranes el próximo sábado es ciertamente un pirado. Aunque para mi todo el asunto sí va a tener una relevancia debido sobre todo no a lo que haga él -hay zumbados haciendo cosas raras todos los días- sino por el impresionante eco mediático y político, con declaraciones al más alto nivel e informaciones en todos los lados, que está dando trascendencia geopolítica a algo que no debería haber tenido más impacto que en el patio trasero de su iglesia.

Los políticos, las instituciones y los medios de comunicación deberían haber hecho lo mismo que cuando se queman Biblias en Pakistán, o en El Cairo, o en Gaza. O cuando las queman después de haberse orinado y escupido sobre ellas, como en Melbourne, por poner sólo cuatro ejemplos. Es decir, nada. ¿Por qué ahora tanto, y esas otras veces tan poco?