domingo, septiembre 12, 2010

EL TITANIC DE ZAPATERO:
El Titanic tuvo que enfrentarse a dos problemas cruciales la noche del 14 de abril de 1912: la soberbia de sus constructores y un enorme témpano a la deriva que los instrumentos de navegación del barco de pasajeros más moderno de la época no pudo detectar. El hundimiento se produjo en dos horas y cuarenta minutos: las consecuencias en victimas humanas todavía siguen impresionando en todo el mundo: mil quinientos diecisiete muertos. El proyecto de Zapatero tiene mucho que ver con la soberbia del constructor del Titanic que pensó que incluso podía desafiar a dios, en caso de que este pudiera intervenir en el destino.

Su negativa, la de Zapatero, a reconocer la crisis, el malgasto de las reservas de superávit, sus promesas de que jamás promovería recortes sociales se hacen evidentes tanto más cuanto él se esfuerza en presentar sus rectificaciones como “acomodaciones” y pretende que puede estar igual de satisfecho de un proyecto político-económico que del contrario.
Seguid leyendo. Es Carlos Carnicero, no creáis.