CÉSAR MOLINAS en El País (¡en El País!):
El impuesto sobre el patrimonio se suspendió en 2008 tras un ágape en La Moncloa en el que Zapatero reunió a algunos de los principales empresarios del país. El presidente del Gobierno preguntó a sus invitados, uno a uno, si pagaban dicho impuesto y, uno a uno, le respondieron que no (esta anécdota me la relató uno de los asistentes). En uno de sus característicos prontos, Zapatero decidió suspender el impuesto sobre el patrimonio por su falta de equidad, puesto que los más ricos del país no lo pagaban. Y no es que hicieran fraude: no lo pagaban cumpliendo la legalidad vigente.Leedlo entero, y por nada del mundo os perdáis el capón severísimo que le atiza a Rubalcaba y a Pepe Blanco.
Un impuesto sobre el patrimonio es una anomalía en las economías occidentales. Solo existe en España y, en cierta medida, en Francia. No existe en otros países por una razón de tipo económico y otra de tipo técnico.
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