viernes, abril 06, 2012

POSIBLEMENTE la lectura del día: esta Carta a un puto inmigrante, de Anna Grau.
Querido Mohamed, o Ali, o Svetlana, o K,

Te escribo desde España, donde ya sabes que llegué hace unos años, para contarte cómo nos va. Y cómo les va a los españoles. No sé si habrás visto estos días por la tele que están todos un poco tensos con las reformas del gobierno de derechas, sobre todo las reformas laborales, que están dando al traste con un montón de conquistas históricas de los trabajadores, dicen.
 

Te digo que dicen porque en todo el tiempo que llevo aquí, yo estas famosas conquistas no las he olido por ninguna parte.  Sabes, muchos de los que hacen huelga o se manifiestan estos días no tienen ningún empacho en mantenernos a nosotros, los de fuera, en condiciones laborales mucho peores de las que les hacen a ellos salir a la calle. Los hay que se indignan mucho con lo suyo y muy poco con los de los demás. Que consideran un crimen que a ellos se les abarate el despido, pero a la señora que limpia su casa por horas, no la han contratado ni la contratarán nunca. Aunque haya una ley que les obliga.
 

Pero no te vayas a creer que los españoles hacen esto por racistas. No. Porque lo mismo que nos hacen a nosotros, putos inmigrantes, se lo hacen a ellos mismos. A los putos jóvenes que no encuentran trabajo, o si lo encuentran es en precario. Y si se da el caso milagroso de que les contratan, muchas veces es para que carguen con toda la tarea que hace tiempo que no se dignan a hacer los mucho mejor pagados y con contratos mucho más blindados que ellos. Esto pasa en muchos periódicos de estos que se dicen de izquierdas y que a la hora de infracontratar o de despedir indemnizando lo mínimo no se leen sus propias editoriales contra la reforma laboral que dicen que les daba tanto asco, y que luego aplican más a rajatabla que nadie.
Ni que decir tiene que habéis de leerlo entero.