NO NECESITAMOS más Europa sino más mercado, escribe Antonio España:
Seguramente muchos de ustedes habrán jugado en su infancia, o verán ahora jugar a sus hijos, nietos o sobrinos con plastilina de colores. Recuerdo que de pequeño vendían unas cajitas de plástico y tapa transparente que contenían varias barritas de colores variados. Variados hasta que se había pasado un rato jugando con ellas, pues al poco lo que quedaba no era sino una masa informe de un color tirando a grisáceo bastante feo. Y, por más que uno quisiera mezclarlo con colores nuevos, la cosa ya no tenía arreglo. Lo más que se conseguía era una bola más grande del mismo color indefinido. Pues bien, algo parecido ocurre con los eurobonos, que no por mezclar deuda soberana mala con la deuda de países solventes, mejora el aspecto de la mezcla.Seguid leyendo hasta la conclusión que, como sabéis, comparto.
Si ustedes fueran los dueños de la caja que aún conserva los colores originales, ¿la querrían mezclar con la de sus amigos del patio? Pues por el mismo motivo Angela Merkel y otros vecinos del norte se resisten como pueden a los eurobonos, a la vez que su insistente petición recobra nuevos bríos cara a la enésima cumbre de líderes europeos que se celebrará a finales de esta semana. Reunión para la que Rajoy y Monti parece que han encontrado en el francés Hollande a un gran aliado.
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