TOMA CAMBIO (para archivar en la carpeta 'Menos mal que no es Bush'): por cada terrorista islámico con el que acaban, los aviones no tripulados de Obama matan a 49 civiles inocentes, según un estudio de las universidades de Stanford y de Nueva York. Cuarenta y nueve.
Pero claro, el premio Nobel de la Paz sigue siendo el ejemplo de cómo tratar a los islamistas de forma humanitaria, no como ese salvaje sanguinario de Bush que los enviaba a ese agujeronegrodelosderechoshumanos que es Guantánamo a que escuchasen música de Metallica durante toda la noche o que los hacía estar de pie 4 o 5 horas. Eso sí esa tortura, por eso había que quedarse afónico entonces denunciándolo y ahora uno puede sonreir con placidez.
Que conste que yo avisé.
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