AVISO ADMINISTRATIVO a amigos, amigas y a contactos que tengan mi móvil: abandono WhatsApp y me paso definitivamente a Line. ¿Por qué? Bueno, mucho de vosotros ya sabéis mi aversión a la mensajería instantánea, tan intrusiva como una llamada telefónica y tan limitada para la comunicación como un email. Tiene lo peor de los dos mundos. Prefiero, o bien una llamada de voz, o un correo electrónico.
Lo que salva a Line es que tiene cliente para ordenador, así que si te envían un mensaje mientras estás ante la pantalla trabajando no tienes que soltar el teclado, coger el móvil que encima es posible que se esté cargando, etc. Y está todo integrado: lo puedes configurar para que cuando detecte actividad en el ordenador no te envíe avisos de mensajes de entrada en el móvil. Es muchísimo más eficiente.
Sí, ya sé que hay quien, como Albert Cuesta, dice que eso se puede hacer con los sistemas de mensajería de Google, AOL o Microsoft. Pero aparte de que estos tres no son mejores para la privacidad (¡hola, NSA!), personalmente yo no quiero que todas las personas que tienen mi dirección de correo me puedan mensajear en el móvil. Eso sí que sería intrusivo. Prefiero tenerlo más controlado.
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