MÁS QUE ILUSTRATIVA la anécdota narrada por Anna Grau:
Yo le dije a Alfons [López Tena], y hablamos de hace casi diez años, que por encima de todo a mí me preocupaba mucho la posibilidad de que la sociedad catalana se pudiese fracturar y hasta escindir. Que se levantaran bruscas barricadas entre identidades interiores. Sabe Dios que ni Cataluña ni Barcelona han sido casi nunca lo que su épica proclama. Quien lo dude sólo tiene que leer a George Orwell. Pero bueno. Habíamos más o menos conquistado una ilusión de memoria y de dignidad común, ¿no? Estábamos más o menos unidos. Ser catalán era por fin llano y fácil. ¿Y si con todo esto nos cargábamos el invento para nada?
Alfons se lo pensó, bebió un sorbo de vino, se lo volvió a pensar y me dijo: "Es posible que tengas razón, pero ese no es mi problema; yo soy valenciano".
Leedlo entero.
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