HACIA AHÍ VAMOS, O QUEBRARÁ TODO: El Gobierno británico pretende ampliar la edad de jubilación a los 70 años.
La jubilación a los 65 se pensó para suavizar los ultimísimos años de la vida de una persona, cuando estaba realmente 'cascada', teniendo en cuenta que la esperanza de vida era mucho más breve que la de ahora por lo que a menudo no llegaba ni siquiera a esa edad (pensad en ese caso el chollo para las arcas públicas: estabas cotizando toda la vida, te morías a los 64 años, y el estado no tenía que aflojar un duro). La jubilación no era para “vivir una segunda juventud” como se dice ahora sin pudor alguno mientras se bailotea en Benidorm gracias a un viaje del Imserso. Ojo, que me parece estupendo… si uno se lo paga de su bolsillo.
Ya oigo la objeción: ¿y los que han hecho un trabajo físico durísimo durante su vida? Cierto, para el organismo no es lo mismo ser albañil que, pongamos por caso, profesor universitario. Pero para ese caso existe el mecanismo de la incapacidad laboral permanente, reconocida como tal y con la pensión correspondiente. Eso cubriría los casos en que la profesión deteriora físicamente, y al mismo tiempo no obligaría a jubilar, por seguir con el ejemplo, a esos profesores universitarios en pleno esplendor intelectual y perfectamente capacitados para investigar o incluso dar clases.
Así que: jubilación a los 70 —como mínimo; con estas tasas de natalidad tendrá que acabar siendo de 75 (¿80?)— e incapacidad laboral cuando la profesión le ha dejado a uno hecho polvo.
Es que no hay más. Si no, acabará no cobrando nadie.
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