MENOS DE UN TERCIO de jóvenes sin seguro médico afirman tener intención de apuntarse al Obamacare, lo que es un torpedo bajo la línea de flotación de la reforma sanitaria de Obama. Son imprescindibles para poder sostener las prestaciones prometidas.

Como se pueden apuntar en cualquier momento, porque la reforma impide que las aseguradores rechazen a asegurados con problemas médicos previos, simplemente esperarán a que les pase algo para apuntarse. Y entre una cosa y otra los fantasiosos números simplemente no salen.

Todo un éxito de una reforma llamada a transformar la sociedad de EEUU, decían, pero que se hizo con los pies.

(por ejemplo, recordad que al eximir a las empresas de proporcionar seguro médico a empleados que trabajen menos de 30 horas a la semana, lo que ha ocurrido es que en vez de proporcionárselo les han recortado las horas de trabajo, y casi toda nueva contratación ahora lo es a tiempo parcial. Por eso los supuestos buenos números de empleo en realida no lo son)