SI NO QUERÍAS CALDO, toma dos tazas: la prensa española del día está mostrando una previsible unanimidad al interpretar los malos resultados del partido Laborista de Tony Blair en las elecciones locales del pasado jueves. "Es un castigo por la guerra de Iraq", afirman gozosos en sus informaciones y análisis. Como es habitual, sin aportar prueba alguna; les basta su afilado ojo clínico.
Lástima de un pequeño detalle: la victoria en los comicios ha sido para el partido conservador de Michael Howard, un partido que se ha mostrado partidario en bloque de la política de Blair en relación con Iraq, como ha venido demostrando en el parlamento británico votando a favor de ésta mientras buena parte de los laboristas lo hacían en contra.
Debe ser que entre las muchas peculiridades de los pérfidalbionenses figura la de ejercer un voto de castigo por un determinado asunto votando precisamente al partido que es aún un mayor defensor ese mismo asunto. Seguro que es eso.
Sorprendentemente, uno de los pocos que están viendo más allá de lo anecdótico es Luis Ignacio Parada.
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