ANXEL VENCE sobre el tristísimo comportamiento del público en el Bernabeu:
Cuando Charles Darwin sugirió que el hombre y el mono descienden de un común ancestro no estaba pensando, como es natural, en los hinchas de la selección española. Ni siquiera en la no pequeña porción de seguidores del equipo ibérico de fútbol que el otro día corearon gritos simiescos, a modo de burla, cada vez que un jugador de raza negra tocaba la pelota durante el partido que enfrentó a Inglaterra y España.
Como buen naturalista, Darwin sentía un gran respeto por los monos, y jamás se le hubiera ocurrido compararlos con la tropa de fatuos ignorantes que tan alto acaba de dejar el pabellón del racismo español, en su versión más tiñosa.
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