martes, febrero 08, 2005

SIN SER INGENUOS, sí creo que hay que poner una cierta esperanza en el acuerdo de alto el fuego al que han llegado hoy Ariel Sharon y Mahmoud Abbas. A menos que algún terrorista palestino de por libre, en feliz frase de Mark Steyn, ejerza su derecho a la autodetonación y de paso reviente el proceso de paz, como ha ocurrido en las ocasiones anteriores.

Claro que ahora hay algo distinto a pasados intentos no está el terrorista en jefe, que Alá lo guarde en su seno. Y bien guardado está.

Comenta Íñigo que algunas agencias de noticias están informando de que Hamas ha rechazado la tregua, pero no está nada claro que eso sea exacto. Habrá que seguir la evolución en los próximos días.

ACTUALIZACIÓN. Por cierto, he visto en directo la conferencia de Condoleeza Rice en el Institut d'Études Politiques en París, y la sesión de preguntas posterior. Se los ha metido literalmente en el bolsillo. Y esto ha sido sólo la merienda; dentro de un rato se cenará a Chirac. Con patatas.