LA CONVERSIÓN de Sharon en Nueva York:
Ariel Sharon ha elegido el lugar más imprevisible para anunciar su divorcio de la ideología de su partido, el Likud. Las dramáticas palabras del primer ministro israelí pronunciadas el jueves en hebreo en la Asamblea General de la ONU en Nueva York tuvieron un eco inmediato en la sede de su movimiento Beit Jabotinski en Tel Aviv, haciéndola temblar.El discurso íntegro (en inglés, tranquilos), aquí. Más sobre el tema, sin ambages, aquí.
"Yo que luché en todas las guerras de Israel tiendo mi brazo a la paz", "la misión de mi vida es concluir el conflicto", "tras 57 años de guerra y terror ha llegado el momento de la reconciliación" o "los palestinos también tienen derecho a un Estado soberano", son declaraciones calificadas por los analistas israelíes como "el discurso de su vida". Aluf Ben escribe en Haaretz:"Parecía que el general de la paz, Yitzhak Rabin, hubiera resucitado".
En Jerusalén se dice que ese no es el lenguaje del Likud y que Sharon advirtió a su dirección que si no aceptaba convertirse en un partido de centro, éste sería su discurso de despedida. O sea, la ruptura con el sector más nacionalista que sigue soñando con preservar Cisjordania. Sharon ignoró a la derecha nacionalista - sus ex adeptos- y se dirigió desde la ONU a los dos tercios de la sociedad israelí de centro y de izquierda moderada, que quieren más retiradas y un compromiso histórico con los palestinos. Muchos de ellos, que nunca votaron a Sharon, están dispuestos a apoyar a un nuevo partido que él presida.
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