viernes, septiembre 23, 2005

MONTSERRAT DOMÍNGUEZ -que no sé si es esta Montserrat Domínguez, aunque tiene toda la pinta- escribe en La Vanguardia:
No se pierdan la foto de Saddam Hussein en el actual número de Time. El temible dictador aparece con un look interesante, ¡incluso favorecido!, lo que denota un sutil cambio de actitud de los periodistas de EE. UU. hacia él, si no de admiración, sí de renovado respeto: "¿Cómo diablos pudo mantener Saddam ese avispero de país en un puño?"
Muy sencillo, Montse, muy sencillo. Así. Así. Así. Así. Así. Así. Así. Así. Así. Así. Así. No pongo más enlaces para no abrumarte, pero tengo exactamente 271 referencias más como estas almacenadas en mi disco duro; te las puedo poner aquí, sin consultar en Google ni una sola vez.

Todas se resumen en dos palabras; vale, tres sin incluir la conjunción: dictadura sanguinaria y atroz. Así mantiene un país en un puño cualquiera, no sé, hasta Franco. Sólo que hay gente que no admiramos eso, Montse. "Con Saddam vivían mejor" dicho por alguien que escribe desde un despacho probablemente decorado al estilo zen, a miles de kilómetros de distancia mientras son otros a los que les tocaría estar bajo la bota, es tan impresentable como lo habría sido si un periodista de Washington hubiese dado a entender en 1976, desde su redacción enmoquetada y con admiración, que "esos españoles con Franco vivían mejor" a propósito de una favorecedora fotografía del general, todo porque cuando él estaba se podía andar por la noche en la calle sin miedo a que te atracaran con una navaja y encima ETA no mataba tanto como en ese año, y no habían tensiones interterritoriales, discusiones sobre el Nou Estatut ni un simple concierto económico vasco que echarse a la boca. Seguro que Franco salía favorecidísimo en las fotografías.

Por cierto que supongo que te refieres a esta fotografía (aquí en la edición online de la revista; nótese la mirada algo más que un poco extraviada):



Montse, si encuentras que en esta fotografía el benévolo Saddam te parece interesante, ¡incluso favorecido! (¿basta un par de signos de entusiasmo, o pongo más?) entonces el día que veas una mía yo creo que te licúas de la emoción. Sería toda una inyección de autoestima para mí.