sábado, febrero 11, 2006

NO ESTOY DE ACUERDO con este artículo de Ignacio Sánchez Cámara en el que arremete contra las generalizaciones en torno al follón de las viñetas de Mahoma:
Se comete una doble y falaz generalización. Por un lado, se atribuye a todo el Islam lo que es responsabilidad de su versión fanática, acaso mayoritaria y dominante. Por otro, se atribuye a todas las religiones los males que provoca la versión fanática, acaso mayoritaria y dominante, de una sola.
Y es que Sánchez Cámara cae a su vez una generalización similar a la que critica. Ciertamente hay quienes han aprovechado la controversia para sacar la brocha gorda de la caja y pintar todo lo que se mueva, pero hay quienes -y somos unos cuantos, incluso desde el ateísmo, como es mi caso- estamos
precisamente poniendo en evidencia el contraste entre las reacciones suscitadas por una crítica al Islam y las que genereran las críticas a otras confesiones. Es decir, estamos resaltando que el hecho de que no se han quemado pabellones de Arco, o que en su momento nadie destrozó los estudios del extinto Canal Plus, o que los hindúes no amenazan de muerte a quienes se comen un chuletón de uno de sus dioses. O que Sinead O'Connor no tiene que moverse rodeada de guardaespaldas allá donde va, como le ocure a Salman Rushdie. Es decir, estamos afirmando que, por mucho que digan las voces políticamente correctas, no todas las religiones son iguales.