SI TENÉIS UN RATO, os recomiendo la lectura íntegra del discurso sobre el Estado de la Unión pronunciado anoche por Bush. De momento está sólo en inglés, pero durante el día de hoy estará también en español en la web de la Casa Blanca. [ACTUALIZACIÓN: en español aquí]
Y si tenéis suficiente tiempo (cosa de una hora, aproximadamente), lo que en realidad os aconsejo es que lo veáis en vídeo (enlaces en la página); solo así se puede apreciar, sin el filtrado de los medios de comunicación, una de esas ocasiones que muestran lo mejor del espíritu de la primera democracia del planeta. Observad el respeto institucional hacia la figura del presidente como cargo institucional; el aplauso de aliados y enemigos; el reconocimiento del inquilino de la Casa Blanca hacia sus contrincantes. Particularmente interesante era ver cuál iba a ser el clima tras la victoria demócrata en las pasadas legislativas y cómo se acercaría a la nueva presidenta del Congreso, Nancy Pelosi. Ésta ha recibido a Bush como corresponde, con elegancia institucional, correspondida por éste al arrancar su discurso haciendo un amable recuerdo a su progenitor que ha emocionado visiblemente a Pelosi.
Por desgracia, en el video enlazado no aparece buena parte de la ceremonia que es donde queda más patente, como la llegada al hemiciclo de los diferentes poderes o del propio presidente, ni su salida en medio de saludos cordiales de republicanos y demócratas (podió, si hasta Ted Kennedy y Dennis Kucinich aplaudían).
Y eso ocurrió anoche y ha ocurrido en todos los discursos sobre el Estado de la Unión, sea cual sea el ocupante de la Casa Blanca. Es probablemente la ocasión anual que muestra con más claridad la grandeza de un país.
Qué envidia. Pero qué envidia.
ACTUALIZACIÓN. Una recopilación de reacciones; y no os perdáis este artículo de Jules Crittenden.
Y si tenéis suficiente tiempo (cosa de una hora, aproximadamente), lo que en realidad os aconsejo es que lo veáis en vídeo (enlaces en la página); solo así se puede apreciar, sin el filtrado de los medios de comunicación, una de esas ocasiones que muestran lo mejor del espíritu de la primera democracia del planeta. Observad el respeto institucional hacia la figura del presidente como cargo institucional; el aplauso de aliados y enemigos; el reconocimiento del inquilino de la Casa Blanca hacia sus contrincantes. Particularmente interesante era ver cuál iba a ser el clima tras la victoria demócrata en las pasadas legislativas y cómo se acercaría a la nueva presidenta del Congreso, Nancy Pelosi. Ésta ha recibido a Bush como corresponde, con elegancia institucional, correspondida por éste al arrancar su discurso haciendo un amable recuerdo a su progenitor que ha emocionado visiblemente a Pelosi.
Por desgracia, en el video enlazado no aparece buena parte de la ceremonia que es donde queda más patente, como la llegada al hemiciclo de los diferentes poderes o del propio presidente, ni su salida en medio de saludos cordiales de republicanos y demócratas (podió, si hasta Ted Kennedy y Dennis Kucinich aplaudían).
Y eso ocurrió anoche y ha ocurrido en todos los discursos sobre el Estado de la Unión, sea cual sea el ocupante de la Casa Blanca. Es probablemente la ocasión anual que muestra con más claridad la grandeza de un país.
Qué envidia. Pero qué envidia.
ACTUALIZACIÓN. Una recopilación de reacciones; y no os perdáis este artículo de Jules Crittenden.
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