HAY MIL COSAS que chirrían y que se podrían comentar de este artículo de Ernesto Ekaizer sobre el juicio a Scooter Libby por el caso Valerie Plame, porque cruje por todos lados, empezando por que da por hecho que Valerie Plame era una agente encubierta cuando no lo era.
Basta con resaltar una omisión increíble que descalifica el reportaje de forma absoluta: en un artículo repleto de nombres y datos sobre un juicio relacionado con una filtración no aparece ni una sola vez el nombre de Richard Armitage. Él era subsecretario de Estado al mando de Powell y, junto a éste, formaban parte del ala anti-guerra del gobierno Bush. Y Armitage fue quien dio a conocer el nombre de Valerie Plame a los periodistas. Y no lo hizo para 'castigar' a Wilson por haber acusado a Bush de manipular lo del uranio de Saddam en Níger en el New York Times, sino simplemente porque Wilson dijo lo contrario en ese artículo a lo que informó en privado nada más volver del país africano: que sí había habido contactos entre Iraq y Níger. Naturalmente, si internamente Wilson había confirmado los contactos y los había negado de forma tan pública poco después, era lógico que se encendieran todas las luces rojas y se intentara averiguar a santo de qué Wilson había ido a Níger, a instancias de quién y por qué la discrepancia entre sus conclusiones. Buscando esa explicación se cruzaron cientos de llamadas entre periodistas -igualmente interesados en saber el background de Wilson- y miembros de la administración Bush, y entre esas llamadas a Armitage "se le escapó". Y ahí arranca la historia.
A Scooter Libby no lo están juzgando por la supuesta filtración como da a entender Ekaizer, sino por obstrucción a la justicia (más información sobre el caso en post que escribí en su momento; los principales son estos tres: uno, dos, y tres). Libby dió dos versiones distintas durante la investigación, lo que hizo que el fiscal lo acusara de mentir y obstruir la acción de la justicia (él dice que simplemente le falló la memoria). En nuestro país eso lo hace hasta cualquiera, incluso en el parlamento durante una comisión, pero en EEUU eso es grave.
Basta con resaltar una omisión increíble que descalifica el reportaje de forma absoluta: en un artículo repleto de nombres y datos sobre un juicio relacionado con una filtración no aparece ni una sola vez el nombre de Richard Armitage. Él era subsecretario de Estado al mando de Powell y, junto a éste, formaban parte del ala anti-guerra del gobierno Bush. Y Armitage fue quien dio a conocer el nombre de Valerie Plame a los periodistas. Y no lo hizo para 'castigar' a Wilson por haber acusado a Bush de manipular lo del uranio de Saddam en Níger en el New York Times, sino simplemente porque Wilson dijo lo contrario en ese artículo a lo que informó en privado nada más volver del país africano: que sí había habido contactos entre Iraq y Níger. Naturalmente, si internamente Wilson había confirmado los contactos y los había negado de forma tan pública poco después, era lógico que se encendieran todas las luces rojas y se intentara averiguar a santo de qué Wilson había ido a Níger, a instancias de quién y por qué la discrepancia entre sus conclusiones. Buscando esa explicación se cruzaron cientos de llamadas entre periodistas -igualmente interesados en saber el background de Wilson- y miembros de la administración Bush, y entre esas llamadas a Armitage "se le escapó". Y ahí arranca la historia.
A Scooter Libby no lo están juzgando por la supuesta filtración como da a entender Ekaizer, sino por obstrucción a la justicia (más información sobre el caso en post que escribí en su momento; los principales son estos tres: uno, dos, y tres). Libby dió dos versiones distintas durante la investigación, lo que hizo que el fiscal lo acusara de mentir y obstruir la acción de la justicia (él dice que simplemente le falló la memoria). En nuestro país eso lo hace hasta cualquiera, incluso en el parlamento durante una comisión, pero en EEUU eso es grave.
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