lunes, marzo 12, 2007

ANDY ROBINSON no se entera:
Según ha publicado el diario italiano La Repubblica,en diciembre del 2001 se celebró en Roma una reunión clave con la presencia de destacados neoconservadores. En esa reunión, según el citado diario italiano, se decidió reciclar por medio de la inteligencia británica unos documentos falsificados sobre la venta de uranio a Iraq desde Níger. Los participantes incluyeron a Michael Ledeen, el veterano analista del cuartel general neoconservador American Enterprise Institute, el subsecretario de Defensa Douglas Feith y Larry Franklin y Harry Rhode, de la Oficina de Defensa de Planes Especiales, creada por Rumsfeld para buscar inteligencia sobre Iraq.

En su discurso del estado de la unión de enero del 2003, George W. Bush hizo referencia a esos documentos dándolos por auténticos: "El Gobierno británico ha sabido que Sadam Husein recientemente buscó uranio en África". Era falso pero sirvió para sembrar el miedo y legitimar la guerra. En julio del 2003 Joseph Wilson denunció en The New York Times que ya se sabía que dichos documentos eran falsos meses antes del discurso de Bush y que él mismo había realizado un viaje oficial a Níger en febrero del 2002 precisamente para comprobar la veracidad de esos documentos. Wilson descubrió casi en seguida que Níger no había suministrado uranio a Iraq.
- Los documentos falsos -muy burdamente falsificados- fueron 'plantados' por los servicios secretos franceses con el fin de contaminar las posibles pruebas que pudieran aparecer contra Iraq. Lo que visto el artículo de Andy Robinson fue un rotundo éxito.

- En su discurso sobre el estado de la unión, Bush no hizo referencia a esos documentos sino a las informaciones facilitadas por los servicios de inteligencia británicos, como se ve de la propia frase de Bush que Andy cita. Y tanto el informe de la comisión de inteligencia del Senado de EEUU (pdf) como el informe Butler en el Reino Unido no sólo confirmaron que Saddam efectivamente intentó comprar uranio en Níger, sino que el informe Butler afirmó que Saddam había cerrado una operación en el Congo, sin que por suerte se hubiese hecho la entrega antes de la guerra. Y que se sepa, el Congo sigue estando en África.

- Wilson no pudo ir a Níger para comprobar la veracidad de los documentos porque él fue allí en la primavera de 2002 y esos documentos no aparecieron hasta octubre de ese año. A él lo envió la CIA sin decirle en qué basaban la información que tenia que comprobar, como es lógico: se trata de que quienes van a estas misiones lo hagan sin estar condicionados. En cualquier caso, el propio Wilson tuvo que dar marcha atrás en una carta al Senado en la que finalmente reconoció que jamás vió esos documentos.

- Wilson no sólo no descubrió que nada sino que al volver presentó el informe verbal -que es como se hacen estas cosas- en el que lo que hizo es precisamente avisar de que efectivamente habían existido contactos comerciales entre Niger e Iraq. Como el país africano sólo exporta cabras, garbanzos y cebollas (un 25%) y uranio (un 75%), en lugar de desmentir lo que hizo fue disipar las dudas y confirmar las intenciones saddamitas. Además, como escribí en su momento, "Wilson se atrevió a negar que Saddam hubiese intentado comprar uranio en toda África a pesar de que él sólo había estado en un país entrevistando a sus dirigentes (que lógicamente estarían implicados en la venta, por lo que difícilmente lo reconocerían ante un enviado oficial del gobierno de los EEUU), y aunque no podía saber si quienes le habían enviado allí disponían de más pruebas que no le habían mostrado para no condicionar el resultado de sus averiguaciones (una práctica que se estudia en "primero de espía"). Y además, el informe del Senado demuestra que ese artículo suyo en el New York Times era una total y absoluta patraña, en el que decía lo contrario de lo que había informado al regresar del viaje."

- Andy no dice que Wilson, cuando "denunció las maniobras de Bush", era asesor de la campaña de Kerry, el rival de Bush en las presidenciales.

Lo dicho, que Andy o no se entera o no se quiere enterar, pero logra escribir un artículo repleto de falsedades. No de opiniones equivocadas, sino de hechos falsos. Sería bueno que el defensor del lector de La Vanguardia lo supiese, más que nada por si quieren corregir algo. No lo harán, pero que no sea por que no se ha intentado: ombudsman@lavanguardia.es (si escribís sed comedidos, es mucho más eficaz).