BIEN, PUES eso que no iba a ocurrir ni siquiera a final de año, y que cualquiera que lo pronosticara estaba haciendo demagogia antipatriótica con el único fin de dañar a Zapatero, ha ocurrido nueve meses antes: bienvenidos a la España de los cuatro millones de parados.
En un país normal un gobierno que demostradamente, negro sobre blanco y en números contantes y sonantes, hubiera registrado un fracaso semejante habría dimitido en el mismo momento en el que presentaba las cifras oficiales. En Japón quizás seguría el sepukku cinco minutos después. Ya no es cuestión de una opinión contra la de otro, o la de una teoría política en lugar de otra. No: ahora se trata de resultados cuantificables. Cualquier gestor de empresa que presentara unos números tan catastróficos pondría su cargo a disposicion del empresario. ¿Por qué ha de ser distinto en el ámbito político?
En un país normal un gobierno que demostradamente, negro sobre blanco y en números contantes y sonantes, hubiera registrado un fracaso semejante habría dimitido en el mismo momento en el que presentaba las cifras oficiales. En Japón quizás seguría el sepukku cinco minutos después. Ya no es cuestión de una opinión contra la de otro, o la de una teoría política en lugar de otra. No: ahora se trata de resultados cuantificables. Cualquier gestor de empresa que presentara unos números tan catastróficos pondría su cargo a disposicion del empresario. ¿Por qué ha de ser distinto en el ámbito político?
ACTUALIZACIÓN. Montse Doval recuerda a Reagan cuando dijo: "Crisis es cuando tu vecino pierde el empleo, recesión es cuando tú pierdes el empleo y recuperación será cuando Jimmy Carter pierda el suyo". Sólo hay que cambiar un nombre.
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