viernes, agosto 28, 2009

"EVITA ZAPATERO". Traduzco el artículo de hoy de Xavier Roig:
Al señor Zapatero se le ha calificado de muchas maneras. Yo creo, sin embargo, que la palabra que más le encaja es el de populista. Es el Hugo Chávez europeo. Ignoren lo que la prensa diga de Berlusconi, porque, a la hora de hacer daño, no le llega ni a la suela del zapato. España es el verdadero peligro para una Europa que-como bien apuntaba hace unos días el señor Sala i Martín-está muy enfadada, y nos puede llegar echar del euro.

La lista de actuaciones demagogas de Zapatero es vastísima. Negó que España estuviera en crisis, asegurando que el sistema bancario español era el mejor del mundo. Compró electores a 400 euros el voto, utilizando las arcas del Estado (lo que no entiendo por qué no está penado). Luego publicó una ley de dependencia sin fondos ni fechas. También hizo aprobar una ley que dota a cada estudiante de un ordenador portátil absolutamente innecesario. Más tarde impulsó un plan Renove alucinante. Después implantó un inútil plan nacional-populista especialmente diseñado para que las clases humildes asociasen que podían llevar un plato en la mesa gracias al plan Zapatero. Últimamente ha diseñado un nuevo sistema de financiación autonómica que no representa una redistribución del dinero (lo que haría disminuir el expolio fiscal de Cataluña), sino que implica derrochar más impuestos del contribuyente, repartiendo más dinero a todas las autonomías. Y ahora, finalmente, dice que dará dinero a los que se queden sin el subsidio de desempleo.

Todas estas animaladas, una tras otra, han hecho que el déficit presupuestario del Estado para el 2010 llegue al 10% del PIB (es decir, unos 120.000 millones de euros). Lo dice el Banco de España. Para que no nos echen del euro, este déficit se ha de reducir hasta quedar en el 3%. En consecuencia, el Estado necesita ingresar 84.000 millones de euros. ¿De dónde sacará el señor Zapatero ese dinero? Sólo hay dos maneras. Una es mediante deuda pública (es decir, pidiendo a españoles y extranjeros que compren letras del Tesoro, etc.). Pero, claro, nadie se fía-y menos en el extranjero que, a diferencia de Cataluña, hace tiempo que prendieron el pájaro en cuestión.

Como el primer método es voluntario y nadie picaría hay que optar, pues, por el segundo método, que es obligatorio: la subida de impuestos. Y aquí es donde se ha puesto de manifiesto la parte más nefasta del populista. Lo que puede desguazar una sociedad. Lo que la Evita Perón y su marido proyectaron sobre la Argentina hasta que la destrozaron. Me refiero a la demagogia que se sustenta en el discurso rico-pobre. Aprovechando que hay gente que lo pasa mal y que, desesperadamente, busca algún responsable, el señor Zapatero ha dicho que este incremento de impuestos lo paguen los ricos. Cuando él sabe perfectamente que esto no es una solución posible.

El pasado viernes, 21 de agosto, el AVUI publicaba en la página 11 unos magníficos gráficos sobre los contribuyentes según el volumen de rentas. Mírenlos y traten, con una calculadora, sacar 84.000 millones de euros de los contribuyentes. Aunque los 13.058 contribuyentes millonarios dieran 1 millón cada uno, no se llegaría ni a solucionar una sexta parte del problema. Bueno, con cuatro cálculos ya se ve que la cantidad con que nos ha enmerdado Zapatero es de tal magnitud que el dinero tendrá que salir de todos los bolsillos (subida del IVA, otros indirectos y subida del IRPF). A quien más afectará esta operación será a casi trece millones y medio de contribuyentes que ganan entre 9.000 y 48.000 euros. Ignorar que el sistema fiscal de una democracia se sustenta en las clases medias (altas y bajas), supone no entender nada.

¡Eh, y sin quejarse! Estas son cosas que pasan cuando se coloca arriba de todo a un populista peligroso. No creo que los que han dado directamente su voto al señor Zapatero (que son los que más sufrirán sus demencias) lean mis artículos. Pero, aquellos que le apoyan indirectamente (porque el partido al que votaron ayudará a Zapatero a sacar adelante los presupuestos del 2010) ya saben qué deben hacer las próximas elecciones.