martes, febrero 02, 2010

[Actualizado] PERIODISMO DE KALIDÁ es también que el que se traga una estupidez así sin pestañear: la de un gato que, dicen, tiene la capacidad de predecir la muerte. Cuando siente que alguien está a punto de endiñarla, se acerca a él y el tipo o tipa estira la pata.

Pero es que es un gato que está en una residencia... ¡para ancianos con enfermedades terminales! Cualquier persona, animal o cosa que ronde por ahí podría predecir la muerte de los ingresados ("Doctor, hace un rato he derramado la leche del desayuno, y una hora más tarde el paciente estaba muerto; ¿usted cree que el vaso puede haber podido predecir la muerte?"). Es lo que tienen los enfermos terminales. Que se mueren.

¿Qué será lo siguiente, un reportaje sobre el perro que tiene una habilidad sobrenatural para saber cuándo alguien es hincha del Real Madrid, porque lo sueltan en el Bernabéu y cuando se acerca a olisquear la entrepierna de alguien (eso que hacen los perros y que pone a la gente que no se ducha en una situación embarazosa), resulta que son merengues?

ACTUALIZACIÓN. ¿La vida imitando a House? (gracias a Eduard Huguet por la pista)