SEGURO QUE PRISA está tomando buena nota de lo que ocurre en Portugal, por aquello de las barbas y el vecino (req. suscr.)
En plena batalla sobre la legalización del matrinonio homosexual [sic] en Portugal, los colectivos en defensa de los gais y los grupos ultraconservadores comparten una convicción: el Gobierno del socialista José Sócrates puede tener los días contados.¿Cómo se dice "La Sexta" en portugués?
Cuando han transcurrido sólo cuatro meses y medio desde las elecciones legislativas, la prensa portuguesa analizaba abiertamente este fin de semana la posibilidad de que se convoquen nuevos comicios o de que se nombre a otro primer ministro. La confirmación de que desde el entorno de Sócrates se urdió un plan para controlar a los medios díscolos ha sumido al país en una nueva crisis política.
Portugal puede enfrentarse a una "situación explosiva", advirtió, quizá de forma alarmista, el presidente de la República, Cavaco Silva, en su discurso de Año Nuevo, por la combinación de elevadas tasas de paro, deuda y déficit público. Mientras trata de huir de las temidas comparaciones con Grecia, Portugal está dirigido por un gobierno en minoría.
Sin embargo, la actual crisis no se debe a la coyuntura económica ni a la debilidad parlamentaria, pues Sócrates recibe apoyos concretos a izquierda y derecha. "No son los enemigos los que lo matan, con esos bien puede; son sus amigos", resumió en Expresso Miguel Sousa Tavares.
Y es que Sócrates se tambalea por los datos que han aportado las escuchas policiales a varios de sus amigos, dentro de la operación Face Oculta (cara oculta), un caso de corrupción que afecta al ex ministro socialista Armando Vara. La fiscalía y los tribunales han impedido que se conocieran las conversaciones del primer ministro. Pero el semanario Sol ha difundido otras que confirman las sospechas que ya existían antes de las elecciones de que había un plan para acallar a la TVI, la televisión de más audiencia, muy crítica con el Gobierno, sobre todo en el programa que presentaba hasta el verano pasado Manuela Moura Guedes, a quien Sócrates acusó de hacer "periodismo travestido".
A finales del 2008, la empresa española Prisa, propietaria de TVI, hizo saber su intención de vender parte de sus acciones. Y como compradora apareció Portugal Telecom (PT), una compañía en la que el Gobierno mantiene una posición de control.
Rui Pedro Soares, ejecutivo de PT en representación del Gobierno, figura en las grabaciones como el actor central de esa operación, que intentaba crear un grupo de comunicación afín a los socialistas.
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