sábado, mayo 22, 2010

ZP, CALLEJÓN SIN SALIDA: desde las páginas de El País, Antonio Elorza se hace eco de lo que se está convirtiendo en un verdadero clamor, la necesidad de sustituir a Zapatero cuanto antes. El artículo es absolutamente demoledor. Pero la cuestión que no aborda es: sustituirlo ¿por quién? La "solución Blanco" en la que muchos piensan está claramente sobrevalorada. Primero porque Pepe Blanco -una especie de Montilla con mala leche- no tiene la cualificación necesaria para dirigir un país de los grandes de la UE, ni posee la imagen que demanda la mercadotecnia política en el siglo XXI (cerrad los ojos e imaginad una cumbre entre Obama, Cameron, Sarkozy... y Pepe Blanco). Ni el talante: a España le hacen falta líderes, no hooligans de la política. Pero sobre todo porque la ciudadanía española, la comunidad internacional, y los mercados, esperan un verdadero cambio. Blanco está contaminado hasta las cejas (nunca mejor dicho) por la "enfermedad Zapatero", esa desastrosa gestión de cuyo núcleo duro ha formado parte desde el principio. No os dejéis engañar por su mano dura con los controladores. Blanco al timón sería el Blanco de La Noria, no el de AENA.

Ahora que España está en el ojo del huracán, las riendas deben ser tomadas por alguien con visibilidad internacional, por alguien con una cierta imagen de estadista, capaz de coordinarse con el resto de líderes mundiales para "vender" medidas que van a ser duras. ¿Javier Solana, ahora que está libre? ¿Miguel Boyer, haciendo un servicio al país sacrificando su cómoda situación profesional? ¿Joaquín Almunia?