sábado, junio 05, 2010

COMO PARA CREERSE cualquier cosa que digan los "pacifistas": después de haber jurado y perjurado que los israelíes habían provocado la matanza disparando sobre el Mavi Marmara desde el aire y desde lanchas antes de deslizarse sobre la cubierta, ahora resulta que las autopsias revelan que los muertos recibieron disparos a corta distancia (gracias a @pabloromeu por la pista). Lo cual, en un barco de 20 metros de manga no parece especialmente extraordinario.

Además, Público dice de forma destacada en el subtítulo que murieron por disparos en la cabeza; leyendo el cuerpo de la noticia, se ve que recibieron también disparos en diferentes partes del cuerpo. Pero claro, eso iría en contra de la narrativa según la cual se trató de ejecuciones a sangre fría. Cualquiera que conozca la potencia de fuego de un subfusil como el que usa el ejército israelí sabe que una ráfaga, incluso muy corta, dispara un gran número de proyectiles: son 1.700 balas por minuto, es decir que una ráfaga de tan sólo dos segundos de una única arma dispararía casi 50 balas. En contexto de caos absoluto, el resultado es previsible.

Y todo ello descontando el hecho de que las autopsias no fueron hechas de forma independiente, sino en Turquía, parte implicada en el incidente.

ACTUALIZACIÓN. Para quien aún no lo tenga claro, o para aquellos que aterricen aquí por primera vez, aclaro: este incidente me sigue pareciendo un error táctico de Israel, sobre todo en su ejecución, con un plan que parece hecho con los pies. Pero ante el verdadero aquelarre antijudío al que estamos asistiendo, con distorsiones y mentiras, hay cosas que deben ser contestadas.