[Actualizado] FIJAOS hasta qué punto llega la manipulación de los medios españoles sobre el caso Giffords que cercenan los detalles que darían al traste con la narrativa que pretenden vendernos. Por ejemplo, El País hoy acaba un artículo de este modo:
¿Significa eso que hay que culpar a la izquierda del atentado de un perturbado? Por supuesto que no. Rotundamente no. Del mismo modo en que es absurdo y miserable culpar a la ultraderecha-del-Tea_Party-y-su-lideresa-sarahpalin. Pero aún más cuando los datos que se van conociendo revelan que el asesino tiene un perfil que corresponde muy poco con ésta. Es verdad que Loughner podría haber cambiado desde el año 2007, dejando de ser radical de izquierdas para pasar a la derecha. Pero si es así también tendría que explicarse, ofreciendo toda la información. Si El País conoce el tuit de la compañera de clase de Loughner que reproduce, por fuerza tiene que conocer también el que se guarda en la manga. Sé que con eso se le caería el edificio construido tan afanosamente estos tres días (con Antonio Caño colaborando esforzadamente), pero es que daos cuenta de lo que hacen: están presentando una situación que no corresponde a la realidad.
Tengo escrito de varias ocasiones anteriores que el verdadero mal de la prensa española no es que mienta. Al fin y al cabo, la mentira es rebatible simplemente mostrando los hechos ciertos. Lo que hacen los medios españoles es algo mucho más insidioso: ocultar hechos relevantes a sus lectores que, de conocerlos, probablemente les harían ver las cosas de otro modo. Por ejemplo, es evidente que saber que el asesino era descrito por sus compañeros de clase como radical de izquierdas hace sólo tres años haría que muchas personas se preguntaran dos veces si la caracterización del atentado como algo inspirado por la ultraderecha es correcta. O por lo menos intuirían que hay algo que no funciona bien en su mente y que es eso, y no supuestas incitaciones externas, lo que le llevó a cometer el delito. Omitir una información relevante es, en términos periodísticos, una estafa. Y hasta que los medios españoles tengan la honestidad de ofrecer a sus lectores todos los hechos, tanto los que coinciden con su línea editorial como los que no lo hacen (podrían seguir el ejemplo de esa prensa estadounidense que tanto admiran) no tendremos una opinión pública informada y, en ese sentido, sana.
ACTUALIZACIÓN. No había caído en otra mentira en ese párrafo de El País. Dice el diario:
Sus compañeros de clase narraron ayer un incidente relativamente reciente en que Loughner había llamado a una compañera de clase "asesina de bebés" cuando esta leyó un poema sobre un aborto. Una ex compañera de clase, Caitie Parker, escribió en Twitter: "Era, políticamente, un radical y conoció a Giffords una vez antes de 2007. Me dijo de ella que era estúpida y poco inteligente".Los que leyérais el largo post de ayer, sabréis que Caitie Parker escribió en Twitter, al lado de eso, lo siguiente: "'As I knew him he was left wing, quite liberal. & oddly obsessed with the 2012 prophecy,' the former classmate, Caitie Parker, wrote in a series of Twitter feeds Saturday. 'I haven’t seen him since ’07 though. He became very reclusive.'" (recuerdo una vez más, por si es necesario que, en inglés, "liberal" significa progresista).
¿Significa eso que hay que culpar a la izquierda del atentado de un perturbado? Por supuesto que no. Rotundamente no. Del mismo modo en que es absurdo y miserable culpar a la ultraderecha-del-Tea_Party-y-su-lideresa-sarahpalin. Pero aún más cuando los datos que se van conociendo revelan que el asesino tiene un perfil que corresponde muy poco con ésta. Es verdad que Loughner podría haber cambiado desde el año 2007, dejando de ser radical de izquierdas para pasar a la derecha. Pero si es así también tendría que explicarse, ofreciendo toda la información. Si El País conoce el tuit de la compañera de clase de Loughner que reproduce, por fuerza tiene que conocer también el que se guarda en la manga. Sé que con eso se le caería el edificio construido tan afanosamente estos tres días (con Antonio Caño colaborando esforzadamente), pero es que daos cuenta de lo que hacen: están presentando una situación que no corresponde a la realidad.
Tengo escrito de varias ocasiones anteriores que el verdadero mal de la prensa española no es que mienta. Al fin y al cabo, la mentira es rebatible simplemente mostrando los hechos ciertos. Lo que hacen los medios españoles es algo mucho más insidioso: ocultar hechos relevantes a sus lectores que, de conocerlos, probablemente les harían ver las cosas de otro modo. Por ejemplo, es evidente que saber que el asesino era descrito por sus compañeros de clase como radical de izquierdas hace sólo tres años haría que muchas personas se preguntaran dos veces si la caracterización del atentado como algo inspirado por la ultraderecha es correcta. O por lo menos intuirían que hay algo que no funciona bien en su mente y que es eso, y no supuestas incitaciones externas, lo que le llevó a cometer el delito. Omitir una información relevante es, en términos periodísticos, una estafa. Y hasta que los medios españoles tengan la honestidad de ofrecer a sus lectores todos los hechos, tanto los que coinciden con su línea editorial como los que no lo hacen (podrían seguir el ejemplo de esa prensa estadounidense que tanto admiran) no tendremos una opinión pública informada y, en ese sentido, sana.
ACTUALIZACIÓN. No había caído en otra mentira en ese párrafo de El País. Dice el diario:
Sus compañeros de clase narraron ayer un incidente relativamente reciente en que Loughner había llamado a una compañera de clase "asesina de bebés" cuando esta leyó un poema sobre un aborto.Claro, antiabortista, ultraderecha y tal. ¿El problema? Esto es lo que explica la prensa estadounidense:
"One day [Loughner] started making comments about terrorism and laughing about killing the baby," classmate Don Coorough told ABC News, referring to a discussion about abortions. "The rest of us were looking at him in shock ... I thought this young man was troubled."Es decir, nada de llamar a la compañera "asesina de bebés" sino más bien al contrario: un tipo que fantaseaba con usar bebés-bomba.
Another classmate, Lydian Ali, recalled the incident as well.
"A girl had written a poem about an abortion. It was very emotional and she was teary eyed and he said something about strapping a bomb to the fetus and making a baby bomber," Ali said.
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