domingo, junio 12, 2011

FUEROS DEL TRABAJADOR:
En 1980 se aprueba casi por unanimidad el Estatuto de los Trabajadores, una norma que hereda lo esencial de la ley franquista y lo adereza con un poco más, si cabe, de intervencionismo administrativo en las relaciones laborales, y que continúa controlando el mercado laboral español hoy día. Y… ¡nos extrañamos de que las cosas vayan mal, que España sea campeona mundial en la destrucción de empleo…! O que la tan cacareada Reforma Laboral –esos deberes «duros, difíciles» que ZP se disponía a hacer antes de irse– se haya quedado en un fiasco. No es extraño, sino lógico.