BUENO, PUES parece que se ha consumado el paso de la primavera árabe al verano, siempre más calentito. Pero más allá de titulares, me parece que se nos está escapando algo de tremenda relevancia, algo que supone un cambio casi cósmico. Y es que en Egipto (y también en Turquía, porque no me diréis que creíais que todo es por la remodelación de una plaza) estamos viendo una mayoría musulmana rebelarse en contra del islamismo —como Teherán en el 79 pero al revés— cuando siempre se había dicho que era imposible. El que lo hagan apoyándose en el ejército dista mucho de ser la situación ideal, es verdad, pero creo que es un error verlo como un retroceso sin más. Probablemente haya que dejar pasar un tiempo para valorar lo ocurrido en sus justos términos.
Una nota para indignados: si estábais hace cuatro días bramando porque "no nos representan", y jaleando a quienes rodeaban el Congreso pidiendo que se disolviera, que abdicara el Rey, el gobierno en pleno, etcétera, ahora no os rasguéis las vestiduras porque se haya derrocado un gobierno elegido democráticamente. Sobre todo si queréis que os tomemos algo en serio.
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