lunes, agosto 29, 2005

APROBADO EL PROYECTO de constitución iraquí firmado por chíitas y kurdos pero no sunníes, la prensa española está absolutamente histérica. En el informativo de TV3, la TV pública autonómica catalana, llegaron a decir anoche literalmente -tras haber estado ignorando el proceso constitucional durante meses- que "se ha cumplido el peor de los pronósticos". ¿Peor? Lo deben decir por ellos: ¿hubiera sido mejor que no lo hubiesen firmado ni siquiera chiítas y kurdos, es decir, nada menos que el 80% de la población? Obviamente para quien quiera que EEUU se estrelle en Iraq así es; posiblemente les traicionó el subconsciente.

Lo que está claro es que existe, por un lado, evidencias de que los dirigentes sunníes no representan fielmente la voluntad de la población sunní, mucho más pragmática y moderada; están más preocupados por ver cómo pierden sus privilegios de la época de Saddam. Vamos, que dar relevancia a su oposición a la constitución sería como habérsela dado a Blas Piñar y Fuerza Nueva en 1978. Por otra parte, se reproduce un error que ya se dió cuando el famoso boicot sunní a las elecciones de enero; y es que es falso decir que los sunníes, como tal grupo, no están de acuerdo con la constitución. Son sólo una parte de ellos, los vinculados al antiguo régimen y al grupo tribal del propio Saddam; los kurdos, que no son árabes pero también son musulmanes sunníes, están abrumadoramente por el proyecto de magna carta y por la presencia norteamericana en el país.

Por otro lado, la aprobación del proyecto es sólo un primer paso, no es como si se impusiese la constitución con calzador a todos, estén de acuerdo con ella o no: queda un referéndum en el que la población de los tres grupos mayoritarios van a poder votar su opción, y posiblemente más de un enterao se lleve una sorpresa dado ese golfo que comentaba entre las actitudes de los dirigentes y los sunníes de a pie. "Nos veremos en las urnas", como suele decirse; hay quien parece que no dé valor a lo que se vota.

Y la sorpresa puede venir sobre todo porque nuestros medios, empeñados en que los sunníes van a hacer descarrilar el proyecto de Bush en el país mesopotámico, convirtiéndolo en un Vietnam redux, nos están ocultando sistemáticamente que los propios sunníes 'boicoteadores' anunciaron, el mismo día, que van a seguir participando en el proceso político. Es decir, una vez más nos están mintiendo por omisión de forma flagrante:
While the draft is still being read, Salih Al-Mutlaq confirmed again that none of the 15 Sunni members of the CDC have signed the draft.

Al-Mutlaq also highlighted the American role in bridging the gap between the different parties involved in the process but he put the blame on the other parties (the Sheat and the Kurds) for focusing on "their narrow partisan and sectarian" interests.
Our only difference we had with the Americans was about setting a rigid timetable for completing the process.
[..]
We'll be calling all the powers that didn't participate in the last elections for a conference where we will be declaring our objections on the draft...
Al-Mutlaq also explained that their objections are limited to a few points and that they agree with large parts of constitution and he stressed that they (the Sunni parties) will fully participate in the future phases of the political process.
He also called on the people who are not satidfied with the darft to avoid violence and keep practicing their normal daily activities and express thier opinion in peace.
Vamos, que lo que estamos viendo es poco más o menos los típicos movimientos de toda negociación política en un momento tan importante en la vida de un país como es la redacción de un nuevo texto fundamental. ¡Pero si casi discute más el tripartito para el nuevo estatut!