jueves, octubre 13, 2005

DE LOS PAÍSES de la OCDE, en España es donde más ha subido la presión fiscal desde 1975:
España es el país desarrollado en el que más ha crecido la presión fiscal entre los años 1975 y 2004, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hecho público ayer. El porcentaje del producto interior bruto (PIB) que los españoles dedicaron a pagar impuestos en el periodo casi se duplicó al pasar del 18,2% al 35,1% en el citado periodo.

Pese a este espectacular avance, España no es, ni mucho menos, el país con mayor presión fiscal, un ranking que está liderado por Suecia, el paradigma del Estado de bienestar, donde más de la mitad de su producción nacional (el 50,7%) acaba en las arcas de las distintas administraciones públicas. Entre los países con mayor afán recaudatorio se encuentran Dinamarca (49,6%), Bélgica (45,6%), Noruega (44,9%), Finlandia (44,3%), Francia (43,7%) y Austria (42,9%). En muchos casos, la mayor presión fiscal que sufren las empresas y los ciudadanos va acompañada por mejores prestaciones sociales, aunque el estudio de la OCDE presentado ayer no trata este asunto.
Lógico que no lo haga, porque si afirmara esto sería falso. A menos que se considere que ver cómo se mueren 15.000 ancianos por falta de medios de la sanidad pública ante una ola de calor, o que los edificios donde viven inmigrantes africanos arden como teas son "prestaciones sociales".
Los países del informe con menores cargas impositivas son México (18,5%), Corea del Sur (24,6%), Estados Unidos (25,4%), Suiza (29,4) e Irlanda (30,2%). La presión fiscal que soportan los españoles está ligeramente por debajo de la media de los 30 países de la OCDE, que se situó en el 36,3% en el 2003, el último año en el que hay datos de todos los miembros de la organización. El año de mayor presión fiscal en los países más desarrollados fue el 2000, cuando llegó al 37,1%.

El incremento de la presión fiscal en relación con el PIB en España, donde ha aumentado 16,9 puntos porcentuales en 30 años, sólo es equiparable al experimentado por Turquía, que pasó del 16% al 31,1% entre 1975 y el 2004, y similar al de Italia (del 26,1% al 42,2%) y al de Portugal (del 20,8% al 37,1%).
Y fijaos ahora cómo se presenta algo que es lo más sano del mundo, también aplicado a las políticas fiscales de los países (la competencia), como algo injusto, perverso:
Pese a los cambios acaecidos en estos países, los datos del estudio vuelven a reflejar las grandes diferencias entre las políticas fiscales de los países más desarrollados del mundo en general, y las de los miembros de la Unión Europea en particular. La armonización fiscal, una aspiración recordada en múltiples ocasiones por las autoridades comunitarias, está, pues, muy lejos de conseguirse. En el mercado común más regulado del mundo no todos juegan con las mismas armas.
Suponéis bien: las negritas son mías.

ACTUALIZACIÓN. Por lo visto hoy La Vanguardia ha puesto a sus primeros espadas de la información económica en acción, porque se nota que entienden el funcionamiento de los arcanos de esa ciencia:
Quadis abrirá próximamente su primer concesionario Ferrari (ahora compartía instalaciones con Mercedes) en unos locales de la calle Urgell. "Aunque la fórmula 1 no ha acompañado, nunca se habían vendido en Barcelona tantos Ferrari", dice Pla. En lo que va de año, han sido 30 vehículos, con precios que oscilan entre los 100.000 euros en la versión más sencilla y los 600.000 euros de las series limitadas, que son curiosamente las que tienen mayores listas de espera.
Realmente curioso, sí, que una serie limitada haya mayor lista de espera que en las series no limitadas...