EL SILENCIO de la blogosfera española, y el que la prensa escrita y audiovisual del país haya desterrado el referéndum constitucional en Iraq de las primeras páginas y de las aperturas de los informativos de TV y radio, es una mala noticia para Zapatero. Ahora más que nunca queda claro que ya no va a poder exprimir más zumo político a la naranja mesopotámica, con lo bien que le vendría ahora.
Pero por encima de todo se trata de un éxito rotundo a todos los niveles, demostrado por el hecho de que cierta blogosfera no haya tenido dónde hincar el diente, y también por que los principales diarios nacionales no hayan podido evitar rendirse a la evidencia utilizando incluso una narrativa con ciertos tintes épicos. Véase La Vanguardia, El País, ABC, El Mundo y El Periódico. Eso sí, lo que no se atreven es a llegar a la conclusión lógica: reconocer que lo que ha hecho posible esta buena nueva para la democracia es ese pequeño detalle ocurrido en marzo de 2003. Sería pedirles demasiado.
Como digo, la jornada electoral ha supuesto un éxito independientemente de cuál sea el resultado: si gana el sí, miel sobre hojuelas. Si gana el no, simplemente habrá que recordar lo que se dijo por aquí tras el no francés a la constitución europea: "es un tropiezo, pero no una catástrofe"...
ACTUALIZACIÓN. Wretchard opina que la derrota de la 'insurgencia', cuyo certificado de defunción ha sido sellado con la tinta violeta de los dedos de los votantes iraquíes, va a provocar toda una serie de cambios en la región, posiblemente empezando por Siria:
Just as the ouster of Saddam by OIF touched off a wave of changes in Libya, Lebanon and the entire region, the impending defeat of the insurgency will paradoxically enhance the ability of diplomacy to address many of the remaining issues. Saddam's defeat confirmed what many military analysts knew from Desert Storm, that it was impossible for any conventional army to stand up against US forces. And that modified the behavior of many rogue states. Yet there remained the hope that the terrorist model of warfare, forged in Algeria and refined against Israel in Lebanon, would bring America to a halt: that rogue regimes acting discreetly could operate within that strategic shadow. Now, for the first time since Algeria, a terrorist force of the highest quality, supported by contributions from oil-rich countries, in the heart of the Arab world, with sanctuary in a friendly regime across the border and eulogized as "freedom fighters" by dozens of major international publications is on the verge of total and ignominious defeat. There are no more strategic shadows.Leedlo entero.
ACTUALIZACIÓN. ¡Qué puntilloso eres, Marzo, mira que fijarte en que falta un enlace! Es broma; gracias por avisar.
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