jueves, octubre 13, 2005

HISPALIBERTAS recoge la noticia de que Holanda está estudiando la prohibición de usar el (¿la?) burka en lugares públicos, según informa el Times de Londres. Pero lo que me ha hecho saltar de la silla es la caradura de este tipo:
Yassim Hertog, a vice-president of the Muslim School Boards Union, said: “Can you prohibit someone from wearing a certain type of dress? They are trying to test what a government can forbid, and how far you can go trampling on people’s rights. They want to show all these Dutch citizens who are sick and tired of all these ‘mutant’ citizens, this is where we draw the line — get normal.”
Ahora resulta que un miembro destacado del colectivo musulmán se rasga las vestiduras porque se prohiba a alguien una determinada forma de vestir... cuando no tendría más que mirar precisamente hacia los países islámicos. ¿Por qué no hace esa pregunta retórica a, no sé, los ayatolás iraníes, o los mutaween (los funcionarios del ministerio para la prevención del vicio y la promoción de la virtud) en Arabia Saudí?